Sergi Boada, especialista de Clínica del Dolor de Tarragona, ha participado en el XVI Congreso de la Sociedad Española del Dolor (SED) que ha tenido lugar del 29 de mayo al 1 de junio en el Palacio de Congresos de Zaragoza.
Varios expertos en dolor se han dado cita abordando las nuevas tecnologías y los tratamientos del futuro para el control de esta condición, con la mirada puesta en las terapias que llegarán a los pacientes de los próximos 10 años.
El Dr. Carlos Suso Ribera, profesor ayudante doctor del Laboratorio de Psicología y Tecnología (LabPsiTec) de la Universidad Jaume I de Castellón, ha intervenido en el congreso para dar a conocer la app ‘Monitor del Dolor’ que su equipo ha desarrollado en col colaboración con la Unidad del Dolor del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona.
Este instrumento se basa en una tecnología que permite monitorizar a los pacientes diariamente y durante el tiempo que transcurre entre consultas con el médico. Con la información que recoge la aplicación, y en función de los algoritmos que define el equipo médico, se ha diseñado un sistema de alertas para la unidad del dolor de manera que puedan realizar ajustes en el tratamiento.
El contenido de la aplicación ha sido validado y publicado en la revista Clinical Journal of Pain. Un estudio clínico está analizando su utilidad y seguridad.
El Dr. Suso afirma que es crucial trabajar para que aquello conseguido en términos de aumento de la supervivencia en diversas enfermedades se traduzca también en mejor calidad de vida: «Como sociedad y como profesionales de la salud tenemos que luchar para que estas personas no sólo vivan más, sino también mejor «.
A su modo de ver, es alentador ver el auge del trabajo entre expertos de diferentes disciplinas para proporcionar un tratamiento integral del dolor. «Es cierto que algunas herramientas tecnológicas, como por ejemplo la realidad virtual, que se ha utilizado para facilitar la distracción en procedimientos médicos dolorosos, o las aplicaciones para móviles, que permiten la telemonitorizació e incluso la comunicación de información con el paciente, están poco integradas en el manejo habitual del dolor oncológico. Probablemente veremos importantes avances en esta dirección en los próximos años «, vaticina.
Evaluación del dolor por músculos faciales
El Dr. Enrique Bárez, responsable de la Unidad del Dolor de la Organización Sanitaria de Álava (Osakidetza), indica que en el último año se ha estado tratando de poner en práctica una técnica para medir el dolor de forma objetiva a partir del registro de movimiento de los músculos faciales, que se procesan en el ordenador. La concordancia entre este método y el relato de los propios pacientes es del 81%, señala.
El experto considera en cuanto al uso de big data o información masiva que: «Estamos participando plenamente en la generación de datos cada día, cuando trabajamos online, consultamos un viaje, buscamos ofertas … y también en el ámbito de la salud, con la prescripción y dispensación de medicamentos, la gestión de flujos de pacientes y la telemonitorización «.
En materia de dolor, el Dr. Bárez recomienda superar la creencia de que sólo con la asistencia sanitaria se consiguen resultados satisfactorios. A su entender, la educación sanitaria, la autogestión de la enfermedad y la adecuación de expectativas y experiencias son complementos imprescindibles del acto sanitario en sí. Además, ahora se cuenta con la ventaja de que es posible apoyarse en aquello que las nuevas tecnologías ofrecen para obtener mejores resultados.
La Medicina Regenerativa según el Dr.Boada
El Dr. Sergi Boada Pie, coordinador de la Unidad de Dolor del Hospital Universitario Joan XXIII de Tarragona y especialista en Clínica del Dolor de Tarragona, habló sobre como la medicina regenerativa ofrece técnicas sin duda eficaces a las que además augura un protagonismo creciente. Sin embargo, advierte que «hoy en día necesitamos todavía mucha investigación y experiencia clínica para definir exactamente cómo y cuándo utilizarlas». Por este motivo, destaca que las sociedades científicas, con la Sociedad Española del Dolor al frente, deben canalizar esfuerzos para regular su uso en dolor crónico, además de acreditar y proporcionar formación a los profesionales.
«Por otra parte, la disponibilidad de estas técnicas en el sistema sanitario público no sólo proporcionaría un beneficio adicional a nuestros pacientes actuales, sino que, potenciando la investigación, ayudaría a obtener datos cruciales para desarrollar estándares de uso, guías clínicas y protocolos de aplicación que beneficiarían sin duda a nuestros pacientes futuros «, razona.
El Dr. Boada ha explicado, en el marco de su intervención en este congreso, que las técnicas de medicina regenerativa tales como la utilización de plasma rico en plaquetas o de células madre mesenquimales surgen porque «muchos de los tratamientos actuales no ofrecen siempre los resultados clínicos esperados «.
El especialista de Clínica del Dolor de Tarragona también planteó como ejemplo las cirugías complejas para el tratamiento del dolor lumbar crónico o la situación de las cirugías de recambio articular, «que en muchos casos no garantizan el control de los síntomas y suponen una sobrecarga económica para el sistema sanitario público».
Como recuerda Boada, la población es cada vez más longeva y se muestra más activa a edades avanzadas.
A su modo de ver, está claro que la medicina regenerativa es una ventana abierta al futuro y llena de posibilidades, y tiene atractivo tanto para profesionales como para pacientes. «En este momento es nuestra responsabilidad, como médicos y como sociedad científica, proporcionar información rigurosa y aplicar este tipo de técnicas con indicaciones precisas y en el momento adecuado de la evolución de la enfermedad para proporcionar el máximo beneficio a nuestros pacientes«, declara.
A la innovació per la ciència bàsica
Todos estos avances y el desarrollo de abordajes nuevos es producto de la investigación básica. Así, la innovación en nuevos medicamentos requerirá el impulso que pueden darle los trabajos que identifiquen nuevas dianas terapéuticas para diseñar los medicamentos del futuro, razona la Dra. María Isabel Martín, vocal del Comité Científico del congreso.
«A veces no es una nueva molécula, pero sí una manera diferente de entender los problemas lo que ayuda a tratar mejor los problemas del paciente con dolor», apunta la Dra. Martín.