¿Qué es el dolor miofascial y cuál es el tratamiento?

Cuando hablamos de dolor miofascial estamos hablando de un dolor regional de origen muscular que puede darse en un músculo o grupo muscular y nos provoca dolor. Puede ser que puntualmente o alguna vez tengamos un dolor muscular que acabe desapareciendo. El problema está cuando este dolor persiste y se hace dolor crónico y constante, puesto que supone una afectación del tejido conjuntivo (fascia) del músculo o grupo muscular.

Tienes que saber que si lo sufres no eres el único, puesto que tiene una altísima frecuencia y prevalencia. No obstante, hay que saber que el dolor miofascial puede y acostumbra a desaparecer con tratamiento.

Los motivos por los cuales puede darse un dolor miofascial puede ser debido a una distensión o lesión de los músculos, ligamentos o tendones, o bien por el uso muscular repentino después de un tiempo de inactividad. Este dolor miofascial acostumbra a producirse cuando un músculo o grupo muscular trabaja de forma anómala de manera mantenida y continuada como podrían ser de posturas habituales y tareas repetitivas en el ámbito laboral.

El dolor puede darse y de manera contsante en zonas como la parte baja de la espalda, el cuello, los hombros y el pecho. Puede darse que el músculo esté inflamado, hinchado o duro.

Es importante que el equipo profesional de Clínica del Dolor de Tarragona haga un reconocimiento y diagnóstico para conocer la situación y el caso concreto del paciente para poder determinar un tratamiento y/o la mejor solución.

Masajes, inyecciones, ejercicio y fármacos, entre los tratamientos al dolor miofascial

Entre estos tratamientos podemos encontrar la fisioterapia, con masajes, compresión isquémica, liberación de la presión y otras intervenciones en el tejido blando para conseguir un alivio inmediato del dolor; las inyecciones como la punción seca; las inyecciones Interfasciales guiadas por ecografía para suministrar anestésicos locales y corticoide en las fascias, que son las estructuras que separan los músculos y por donde discurren las terminaciones nerviosas que transmiten el dolor; o las inyecciones intramusculares de toxina botulínica (botox) a las zonas donde hay bandas musculares o en los puntos gatillo para relajar la musculatura y parar la transmisión del dolor. También la terapia con láser; la estimulación nerviosa eléctrica transcutánea y la magnetoterapia.

Por otro lado, se ha demostrado que el ejercicio proporciona un beneficio moderado y puede incluir ejercicios de elongación y rango de movimiento, fortalecimiento, resistencia o coordinación.

Finalmente, los medicamentos pueden servir en episodios de dolor agudo, como los analgésicos y antiinflamatorios potentes, así como los relajantes musculares.

En Clínica del Dolor de Tarragona somos especialistas en dolor y estamos en tus manos para trabajar para mejorar tu calidad de vida.