Maria Jesús, es peluquera y llevaba dos años sufriendo tendinitis y dolor que le condicionaba y afectaba en su día a día y oficio, teniendo en cuenta su tarea continuada con los brazos y las manos, hasta que acudió a Clínica del Dolor de Tarragona.

«Había hecho rehabilitación, varias sesiones, pero mi dolor no mejoraba y el brazo cada vez lo podía mover menos, era horrible y traumático» explica. Un día decidió acudir a Clínica del Dolor de Tarragona recomendada por algunos de sus clientes de la peluquería que le habían hablado sobre el tratamiento con células madre, puesto que también habían estado pacientes del centro.

«Yo hice dos sesiones, una en quirófano, y consiste en el hecho que te extraen sangre, la centrifugan y la infiltran donde tienes el dolor». A pesar de que reconoce que en primer momento no notó mejora y pensó que no había servido de nada, explica que «el dolor fue disminuyendo con el tiempo» y casi no se dio cuenta, «no fui consciente de cómo de bien me había ido hasta que el doctor me preguntó cómo estaba, no me di cuenta y ya hacía vida normal».

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