La vergüenza, causante del silencio en muchos pacientes con Dolor Pélvico

El Dolor Pélvico se produce principalmente en la parte baja del abdomen y puede ser constante o intermitente. Por otra parte, el dolor puede ser intenso y punzante en un lugar específico, o bien una molestia más leve en un área amplia de la pelvis. Si por el contrario el dolor es fuerte y persistente, puede interferir con las actividades cotidianas.

Estos dolores de la región urogenital y rectal suelen agravarse con las relaciones sexuales o a la hora de defecar, y en el caso de las mujeres también durante la menstruación y el embarazo.

Entre los dolores de la zona pélvica se encuentran de diversos tipos, entre los relacionados con la próstata, dolor vulvar o vaginal, en el coxis, anal, etc. por lo que muchas veces los pacientes, por vergüenza o por otras razones, no piden ayuda médica, algo primordial para tratarlo.

Uno de los dolores pélvicos es el dolor rectal, que en un 25% de los casos se asocia con el dolor de próstata, el dolor en la vagina o el dolor en el coxis. Se deben descartar las enfermedades digestivas como la enfermedad inflamatoria crónica, la fisura anal, las hemorroides, la llamada patología de la médula lumbosacra como schwannoma de la cola de caballo, el Cordomí o la hernia discal. El diagnóstico del paciente se hace mediante los síntomas que éste presenta. En cuanto a los tratamientos, pueden ser diversos y ir desde la fisioterapia muscular, los medicamentos, el tratamiento quirúrgico o el intervencionismo.

La proctalgia fugaz, es un dolor anal causado por un espasmo de los músculos elevadores del ano, tratable mediante fisioterapia y medicamentos. En los casos refractarios, el intervencionismo con bloqueos o radiofrecuencia del sistema nervioso simpático pélvico puede aliviar mucho este dolor

La vulvodinia es un malestar vulvar crónico que crea la sensación urente, pinchazos o dolor. No se conocen mucho las patologías, pero lo sufren el 15% de las mujeres, afectando su calidad de vida y en sus relaciones de pareja. Una de las causas de la vulvodinia puede ser la neuralgia del nervio pudendo por lesión o atrapamiento. Esta afectación se puede tratar con fisioterapia, medicamentos neuromoduladores y con infiltraciones y radiofrecuencia del nervio pudendo aumentando la calidad de vida de las mujeres que la padecen.

Finalmente la coccigodínia es un dolor en el coxis que se acentúa cuando la persona se sienta en superficies duras. Las mujeres tienen más tendencia a padecerlo, seguramente, por la disposición anatómica de la pelvis, y después de las gestaciones con partos instrumentados; pero también es frecuente después de traumatismos ( «caídas de culo») y en personas de edad avanzada. Si no se trata a tiempo y se cronifica, el dolor se puede hacer persistente y constante sin estar relacionado con la posición sentada. Su tratamiento se hace a través de la fisioterapia, medicaciones y sobre todo con infiltraciones y radiofrecuencia.