Ir a dormir y despertarse con dolor crónico, un mal compañero de vida

El dolor crónico es un mal compañero de vida para aquellas personas que lo sufren. Con él se van a dormir y con él se despiertan y se levantan. Y así, un día y otro.

Una de cada seis personas se encuentran con esta circunstancia, el que supone un 17% de la población española y, por lo tanto, unos 8 millones de afectados, según el Ministerio de Sanidad.

El dolor crónico es un mal invisible que las mujeres sufren en mayor medida que los hombres, pasa a ser centro de vida del que lo sufre, y por eso su vida y entorno se ven afectados dando lugar, derivando y provocando otras patologías como la depresión o la ansiedad.

En este sentido, también hay que recomendar evitar que el dolor sea nuestro centro de vida y nos domine, nos condicione. Es importante ocupar el tiempo, distraerse, hacer vida social, ejercicio, etc. Quedarse a casa, no salir y concentrarse en el dolor y prestarle atención es contraproducente. La tristeza, la ira y la ansiedad son las emociones más habituales. A la vegada generan tensión muscular, un hecho que empeora el problema y situación.

Ante estas circunstancias, el consumo por los opiáceos como el ‘fentanilo’, un fármaco 50 y 100 veces más potente que la morfina, se han disparado y duplicado en la última década, señala Sanidad quien ha elaborado un plan para racionalizar su consumo, puesto que podría provocar un problema de adicción.

El que en un primer momento se consideraba un síntoma a modo de aviso de que algo en el cuerpo no iba bien, el dolor cambió su definición el 2017 por parte de la Asociación Internacional para el estudio del Dolor, quién al 2020 después de una revisión, lo señalaba como «una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada o similar a la asociada con el dolor tisular o potencial»

Entre los dolores crónicos no oncológicos más frecuentes hay la artrosis, la migraña, los dolores lumbares y los cervicales.

Desde Clínica del Dolor de Tarragona, especialistas en dolor, siempre dejamos claro que el dolor no se puede hacer desaparecer 100%, pero nuestro objetivo es reducirlo tanto como sea posible y paliar su percepción, mejorando la calidad de vida de nuestros pacientes mediante nuestros tratamientos. Además cada patología y paciente tiene su propio tratamiento, y por eso, la diagnosis por parte de nuestro equipo es fundamental.

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