Salvador, un paciente jubilado y con problemas ocasionados por sus dolores crónicos y dificultades de movilidad, nos explicaba su experiencia y paso por la Clínica del Dolor de Tarragona.
Asistió recomendado por su traumatólogo en Reus y aseguraba que «salía como nuevo de cada sesión» valorando positivamente y estar contento por el «buen trato y buenos resultados» en su paso por la Clínica del Dolor de Tarragona donde vio reducido su dolor.
«Notaba cada vez una mejora», admitiendo ser consciente que contra el dolor crónico «no hay milagros» pero sí le permitió mejorar su día a día y calidad de vida al ver reducida la sensación y sufrimiento por el dolor que hasta entonces «me hacía agachar en el suelo» explicaba.