¿Cuándo es conveniente la realización de la Radiofrecuencia Pulsada?
Si el médico especialista en dolor crónico le ha diagnosticado un dolor neuropático, que no mejora con tratamiento médico o con infiltraciones, puede ser conveniente el tratamiento con Radiofrecuencia Pulsada de raíces nerviosas, ganglios de las raíces nerviosas o nervios periféricos para disminuir la intensidad del dolor neuropático.
La técnica de radiofrecuencia permite aplicar un voltaje, mediante un aparato denominado generador de radiofrecuencia, a la punta de una aguja situada lo más cerca posible a los nervios, o raíces nerviosas, o bien los ganglios de las raíces dorsales que pueden estar afectados y que generan dolor neuropático. Este voltaje genera un aumento de temperatura alrededor del extremo de la aguja y que se transmite a los tejidos circundantes incluyendo las fibras nerviosas Adelta y C del interior de nervios, raíces nerviosas o ganglios de las raíces dorsales, que son las encargadas de transmitir el Dolor Neuropático. Por diferentes mecanismos la Radiofrecuencia Pulsada produce un proceso de Neuromodulación de estas fibras nerviosas que transmiten dolor, sin afectar las capacidades motoras y sensitivas normales del nervio o raíz nerviosa. Este proceso de Neuromodulación , producirá una disminución de la percepción del Dolor Neuropático.
La Radiofrecuencia Pulsada se aplica sobre los ganglios de las Raíces nerviosas de la columna en el ámbito cervical, dorsal, lumbar o sacro cuando están afectadas por hernias discales, estenosis de canal, fibrosis peridural por cirugía de espaldas fallada o neuropatías tabla herpéticas.
Aun así se puede aplicar sobre cualquier nervio periférico que transmita dolor neuropático, como es el caso de las neuralgias del trigémino, neuralgias occipitales, dolor por hombro congelado, neuralgias inguinales y neuralgias del pudendo y otros.
1- Radiofrecuencia Pulsada de ganglios de las raíces nerviosas de la columna:
El médico especialista en dolor, mediante visualización directa por rayos X o ecografía, introducirá una aguja hasta el ganglio dorsal de la raíz nerviosa afectada, o bien sólo hasta la raíz nerviosa. Mediante el generador de radiofrecuencia se emitirán unos impulsos eléctricos para comprobar que la aguja está situada a la raíz nerviosa que transmite el dolor. En este momento, el paciente percibirá una sensación de hormigueo y unas contracciones musculares en la zona donde tiene el dolor.
Posteriormente, se comprobará mediante un contraste radiopaco y rayos X la correcta situación de las agujas. Cuando se ha realizado este doble control, se procederá al inicio del tratamiento de la Radiofrecuencia Pulsada que durará entre 2 y 16 minutos.
Por la máxima seguridad y confort del paciente, el procedimiento se hará con sedación y anestesia local previa de la zona de la piel dónde se introduce la aguja. Durante el tiempo que dura el tratamiento percibirá una sensación de hormigueo pulsatil a la zona de la raíz nerviosa que se está tratando.
2- Radiofrecuencia Pulsada de Nervios Periféricos: El médico especialista en dolor, mediante visualización directa por ecografía, introducirá una aguja hasta el nervio periférico. A través del generador de radiofrecuencia se emitirán unos impulsos eléctricos para comprobar que la aguja está situada en el nervio que transmite el dolor. En este momento puede percibir una sensación de hormigueo y unas contracciones musculares en la zona dónde tiene el dolor. Después de realizar este test, se procederá al inicio del tratamiento de la Radiofrecuencia Polsada que durará entre 2 y 16 minutos.
Para la máxima seguridad y confort del paciente, el procedimiento se hará con sedación y anestesia local previa de la zona de la piel donde se introduce la aguja. Durante el tiempo que dure el tratamiento, percibirá una sensación de hormigueo pulsátil en el territorio del nervio que se está tratando.
La técnica de Radiofrecuencia Pulsada en la mayoría de los casos se realiza de forma ambulatoria. Una vez recuperado de la sedación podrá volver a casa con una persona que lo acompañe, y el día siguiente podrá hacer vida normal. El médico le proporcionará unas recomendaciones a seguir durante las siguientes semanas, hasta la visita de control.