Dolor Miofascial
El dolor miofascial tiene una altísima frecuencia y prevalencia. Se trata de dolor originado en el músculo y su fascia. Se caracteriza por un dolor regional sordo, opresivo, profundo y difícil de localizar. Normalmente se identifican bandas de contractura en los músculos afectados y puntos dolorosos que desencadenan el dolor y que denominamos «puntos gatillo» o «puntos trigger». El dolor de tipo miofascial se puede irradiar en función del músculo que está afectado, sin seguir una distribución metamérica, sino siguiendo un patrón característico de cada músculo afectado.
El dolor miofascial crónico suele producirse cuando un músculo o grupo muscular trabaja de forma anómala de manera mantenida por eso es frecuente en determinados ámbitos laborales en los cuales se realizan tareas repetitivas o posturas mantenidas.
DOLOR MIOFASCIAL DE LOS MS TRAPECIOS
DOLOR MIOFASCIAL DE LOS MS CERVICALES
DOLOR MIOFASCIAL DEL MS PIRAMIDAL
DOLOR MIOFASCIAL DEL MS CUADRADO LUMBAR
DOLOR MIOFASCIAL DEL MS PSOAS ILIAC
El tratamiento del dolor miofascial es multidisplinar y es muy importante la estrecha colaboración entre el médico especialista en dolor y el fisioterapeuta. Es muy importante identificar los factores desencadenantes como los malos hábitos posturales o los movimientos repetitivos en el ambiente laboral. En determinados casos nos será también de utilidad la colaboración del psicólogo.
-Tratamientos de Fisioterapia: Los masajes, compresión isquemica, liberación de la presión y otras intervenciones en el tejido blando han demostrado de manera moderada una fuerte evidencia de alivio inmediato del dolor.
-La inyecció seca o punción seca de los puntos desencadenantes ha demostrado beneficios clínicos, pero hay que hacer más estudios.
-La terapia con laser presenta sólida evidencia de eficacia en el alivio del dolor.
-La estimulación nerviosa eléctrica transcutania y la magnetoterapia han demostrado evidencia de efectos inmediatos en los puntos desencadenantes miofasciales.
-El ejercicio ha demostrado un beneficio moderado y puede incluir ejercicios de elongación y rango de movimiento, fortalecimiento, resistencia o coordinación.
-Medicamentos: En episodios de dolor agudo se pueden utilizar fármacos analgesicos y antiinflamatorios potentes. Los relajantes musculares también pueden ser de utilidad en el dolor miofascial.
-Inyecciones Interfasciales guiadas por ecografía: Se trata de inyectar anestésicos locales y corticoide en las fascias que son las estructuras que separan los músculos y por donde discurren las terminaciones nerviosas que transmiten el dolor.
-Inyecciones con Toxina Botulínica: Son inyecciones intramusculares de toxina botulínica o botox ® en las zonas donde hay bandas musculares o en los puntos gatell para relajar la musculatura y parar la transmisión del dolor.