Cervicalgia

La cervicalgia es un tipo de dolor frecuente. Suele estar provocado por problemas con los discos intervertebrales,o bien las articulaciones vertebrales.

La cervicalgia y cervicobraquialgia con una duración superior a los 6 meses afecta un 22% de las mujeres, y a un 16% de los hombres. Además, este dolor está relacionado con la ocupación del paciente: trabajando al menos 8 horas al día ante el ordenador o conduciendo).

¿Cuáles son los síntomas?

Por un lado, dolor profundo en el cuello que puede irradiarse a la musculatura adyacente como los trapecios, el hombro, la cintura escapular y también a la cara y la cabeza, dando lugar a las llamadas cefaleas.

Por otro lado, el dolor puede aumentar con los movimientos de cuello y disminuir el rango de movilidad.

¿Cuáles son las causas?

Las principales causas del dolor cervical son:

– Estenosis del canal cervical: Es una de las causas más comunes de dolor de cuello. Se origina por degeneración vertebral a lo largo de los años, causando cambios en las articulaciones vertebrales que causa estenosis foraminal. Y puede ocasionar un atrapamiento de la raíz nerviosa originando dolor a lo largo del trayecto de este nervio (Cervicobraquialgia)

– Hernia Discal cervical: Puede causar dolor cervical que se extiende a lo largo de la extremidad siguiendo el trayecto de un nervio. Puede acompañarse de sensación de hormigueo y entumecimiento. Dependiendo de la raíz nerviosa afectada puede comprometer a una determinada zona de la extremidad superior.

– Discopatía Degenerativa difusa (DDD): Cuando los discos sufren desgaste y pierden su contenido acuoso.

– Dolor Miofascial:  La tensión muscular crónica originada por el mantenimiento de posturas anómalas puede originar dolor en los músculos del cuello y de los hombros.

– Situaciones Post-traumáticas como latigazo cervical (WIPLASH): Se trata de un mecanismo de subluxación brusca por hiperextensión seguida de hiperflexión de la nuca. Suele ocurrir después de accidentes de tráfico en los cuales se recibe un impacto por detrás. Los síntomas que presenta van desde cervicalgia, cefalea, dolor en el hombro, mareos e incluso dolor lumbar que suele ser de tipo muscular.

– Causas Post-quirúrgicas: Las tasas de persistencia de dolor después de cirugía puede llegar hasta el 26%.

¿Cómo se diagnostica?

Mediante la historia clínica y examen del paciente y pruebas complementarias como la radiografía simple, resonancia magnética y / o EMG (electromiograma).

¿Cuáles son los tratamientos?

Dependiendo de la causa que origine el dolor de cuello, las opciones terapéuticas son:

-Fisioterapia: El fisioterapeuta puede enseñar ejercicios de estiramientos y flexibilidad que mejoren el rango de movimiento del cuello. Y entre las opciones están el masaje, estimulación eléctrica, terapia con calor, ultrasonidos.

-Medicamentos: Puede ir desde la prescripción de antiinflamatorios (AINES), relajantes musculares o opiacios.

-Inmobilización: En el caso de un whiplash puede ser necesario la inmovilización mediante un collarin cervical como intervención preventiva y de apoyo.

-Intervencionismo: El terapeuta del dolor puede aconsejar desde la infiltración de puntos trigger, que desencadenan dolor muscular, con anestésicos locales (recientes estudios revelan tasas de mejora alrededor del 90-100% de los casos), hasta infiltraciones con toxina botulínica.

-Infiltraciones articulares cervicales: El especialista en dolor inyecta pequeñas cantidades de anestésicos locales y corticoides en el ámbito de los pilares articulares de las vértebras cervicales mediante la visión con radioscopia o ecografía. En un reciente estudio demostró que este procedimiento es eficaz en un 80-83%.

En el supuesto de que las infiltraciones sean eficaces se puede realizar radiofrecuencia térmica del ramo dorsal de la raíz mediante visión con radioescopia o ecografía. Este procedimiento se puede realizar en régimen ambulatorio bajo sedación ligera. Se trata de realizar una lesión al nervio para que deje de transmitir información dolorosa. Es una técnica que puede repetirse si se precisa al cabo de 10-15 meses.
– En el supuesto de que la causa sea de tipo degenerativo, se puede realizar una terapia regenerativa administrando PRP o factores del crecimiento celular en el ámbito de las facetas articulares. Este procedimiento se realiza mediante una extracción previa de sangre del paciente y centrifugación de la misma para obtener la fracción rica en plaquetas que son las moléculas que tiene capacidad regenerativa.

– Cuando la clínica es de cervicobraquialgia, se puede realizar radiofrecuencia pulsada del ganglio de la raíz dorsal (GRD) del nervio afectado (Consiste en neuromodular la transmisión del dolor para que esta no sea interpretada como dolorosa). Esta técnica se puede realizar mediante visión en tiempo real con ecografía o por radioscopia mediante un catéter que se introduce por vía epidural en la zona dorsal (MINITRODE®). Este dispositivo permite ampliar la zona de la GRD a tratar.